- Federico García Lorca -
Cancioncilla del primer deseo

Después de la tormenta viene la calma... cierto es. Durante la tormenta parece que nadie podrá sobrevivir a los acontecimientos. Esta oscuro, el ambiente es desapacible y tengo frio.
Hoy la tormenta ha acabado, ha llegado la calma y noto que el oleaje está tranquilo. Solo hay un problema. Este oleaje no deja de golpear, unas veces más fuerte y otras más débil, pero no para de golpear. Ha conseguido borrar los nombres escritos en la arena, quitar las espinas y aliviar el dolor, pero no para de golpear. Resquicios de un sentimiento flotan en esas olas, esparcidos y distantes, una vez la marea se los llevó, pero las vueltas que da la vida... da la impresión de que vuelven a la orilla. Aún recuerdo lo que me hizo sentir la primera vez y espero que esto no sea lo mismo. Después del momento dulce vino la amargura, el silencio, la soledad, la decepción y, hoy más que nunca, no quiero revivir absolutamente nada de eso.
Qué fácil es olvidar, lo que en un momento tanto daño me hizo, y recordar, solo lo bueno de lo que me hizo sentir. Tengo miedo, porque sé lo que no puede llegar a ser.
Aún recuerdo el primer deseo.

Resulta que nos pasamos la vida dando vueltas y vueltas. Formamos parte de un engranaje perfecto en el que no hay espacio para fallar. Caminamos por el mismo carril. Todos hacemos nuestra función sin dejar lugar a los errores, una equivocación de otro puede parar completamente la máquina y dejarnos a todos inútiles. Gira, gira y gira. Para. Vuelve a girar. ¿No te cansas nunca?
- No, es mi función -
Eh! sin empujar!
- Es mi función -
Alguien los puso ahi a todos bien juntos, de la manera adecuada y del tamaño ideal. ¿Cual es el problema? Yo no he elegido donde me ha tocado, ¿y tu?. Unos aceptan lo que les toca, otros no lo aceptan pero se aguantan, algunos se engañan pensando que se han rebelado, el resto no lo acepta pero, ¿y qué?. No puedes elegir. Además, todos somos iguales, el mismo color, la misma forma, indistinguibles. En el universo de los rodamientos solo hay uno. La muestra aleatoria carece de elementos distintos. La estadística dice que hay un 100% de posibilidades de que encuentres uno igual a ti. Las ciencias exactas nunca se equivocan. Debe ser triste ser un rodamiento.

...con un ojo abierto y el otro cerrado...

- AAliyah - Try again

Las dudas que en cada momento nos asaltan pueden llegar a ser nuestras peores enemigas. Te pasas horas interminables deseando con todas tus fuerzas que eso ocurra. Entonces ocurre, descansas las ideas, o no, y el que parece que es tu primer pensamiento sano se reduce a: "¿Es esto lo que verdaderamente querias?", y te das cuenta de que has tardado en pensar la respuesta!. Sinceramente, en ocasiones no entiendo la mente humana, y menos la mia. Últimamente procuro no pensar más que en lo que me rodea de cerca. Intento no dar vueltas a cosas que me han llegado a hacer mucho daño. Me gustaría dejar que sucediesen por que sí, y no estar esperando que ocurran o, lo que es peor aún, provocarlas yo aunque sepa que no es lo que me conviene hacer. Intentaré dejar de lado esos enfrentamientos, sí esos, precisamente los que tengo conmigo mismo. Es inevitable perder. Ya veo un poco de luz, espero que haya alguien ahí esperandome.

Es una sensación extraña cuando derrepente alguien te sujeta de la mano, es una excusa mientras observas como se está colocando uno de sus zapatos. Notas que alguien se ha interesado por ti. Acuerdate minutos antes, cuando después de asegurarme de que nadie observaba, el brillo de mis propios ojos reflejaba la más bonita de las sonrisas, y así consiguió que yo sonriera también. Rodeado de personas, tan juntas como las piedras en una muralla, tan altas como las lejanas almenas. Ella y yo dentro de ese círculo, pero incapaz de devolver ni un solo signo, de generar ni una sola señal. ¿Por qué ese bloqueo?, mi corazón ya deseaba latir, mi cuerpo y mi mente no daban la posibilidad. Al final, se tuvo que marchar, alentada por mi constante silencio y mi frialdad, mientras por dentro yo lamentaba cada uno de los minutos que no estuve con ella. Si supieses la verdad... nos conocimos aquella misma noche y, no supe aprovechar la oportunidad, NO ENTIENDO PORQUÉ. Pasarán los días... y dudo que nos volvamos a ver

hoy no sale ni una palabra, por más que lo intento... no se cómo decirlo

...y sí, es la incapacidad de no transmitir ninguna sensación, ningún sabor. Me han probado, me han usado, me han mentido, me han querido, me han seducido, me han llamado, me han cuidado, me han dañado, me han ayudado, me han preguntado, me han contestado, me han gritado, me han acariciado, me han emborrachado, me han abrazado, me han cocinado y, al final después de mucho probar y probar, no he gustado. Es mi actitud y lo sé, yo soy el que no resuelve esta situación. Quizás porque no se como hacerlo, quizás porque aun estoy indeciso o quizás simplemente porque no es lo que llama la atención. Si no intereso será porque aún no he dado lo suficiente, o podría decir lo necesario. Ahora y sin remordimientos dejo aqui en el abandono un grupo de palabras insulsas que solo puedo dedicar a mi patética existencia.

Suena... Where is my mind?